Miércoles, 25 Marzo 2015 00:00

Julio Verne: visión de un imperio

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Andrea Cabrera*

Mucho hemos leído o hemos escuchado acerca de las extraordinarias obras del escritor francés Julio Verne, considerado uno de los precursores  de la ciencia ficción y de la novela moderna de aventuras. Verne, también fue considerado como un escritor de literatura científica, ya que desarrollaba amplias investigaciones que le permitían precisar con datos geográficos, además de anticiparse a acontecimientos futuros como los mencionados en sus obras.

Centrándonos en una de sus obras, “Miguel Strogoff, de Moscú a Irkutsk”. Se trata, sin duda, de un argumento de aventura ambientado en 1817, en el que describe la invasión tártara en Rusia liderada por Iván Ogareff, un ex-coronel que fue degradado del imperio ruso de aquella época y que movido por sus intereses de venganza se alía con los tártaros bajo el mando de Feofar Khán para atacar al hermano del Zar Alejandro II, El Gran Duque de Irkutsk.

El Zar Alejandro II es puesto al tanto de esta invasión y encomienda a Miguel Strogoff prevenir al Duque de Irkutsk acerca de los planes de Iván Ogareff. Strogoff es uno de los correos del zar,  hombre de 30 años nacido en Siberia, es decir, conoce, como él mismo lo reconoce, palmo a palmo el terreno en el que se va a mover, dotado de grandes características físicas, psicológicas e intelectuales que lo convierten en el candidato perfecto para llevar a cabo esta importante misión.

Podemos destacar la exactitud con la que Julio Verne describe la zona geográfica rusa, sobre todo si consideramos que Verne no realizó muchos viajes que le permitiesen conocer, de la forma en que lo hace, las diferentes ciudades que Miguel Strogoff recorre. Se sabe que Julio Verne era amante de la geografía y emprendía amplias investigaciones dedicadas al tema.

Las novelas que conocemos de Julio Verne tienen argumentos que a primera vista son clasificados de lectura juvenil e imaginativa, de corte de aventura. Sin embargo, los escritos de Julio Verne tienen que ser muchas veces leídos dos veces o como muchos dirán, necesitan una lectura entre lineas para descubrir ciertamente el verdadero mensaje que quiere transmitir.  Mucho se ha dicho de la obra y la vida de este autor ciertamente algunas son un misterio y otras unas suposiciones hechas por otros investigadores.

Dentro de la lectura de Miguel Strogoff podemos hacer un breve análisis de algunos aspectos que tuvieron cierta incidencia en esas fechas. Comenzando con el desplazamiento que Strogoff realiza de aproximadamente 5.500 kilómetros de oeste a este; que significaría la consolidación del Imperio Ruso frente a Inglaterra y Francia, y al mismo tiempo nos encontramos con dos personajes uno de origen francés y otro ingles periodistas que envían informes a sus países de los sucesos que se generan en torno a la invasión tártara de ese tiempo y la respuesta que el Imperio Ruso de ese entonces realizó.

También otro aspecto a tomar en cuenta es el papel que tiene la mujer en esta obra, centrándonos en dos personajes femeninos: el de Nadia la acompañante de Miguel Strogoff en toda la ruta hacia Irkutsk. Julio Verne la describe como una mujer de carácter fuerte, independiente y tenaz de sobrellevar cualquier adversidad; recordando que Nadia se convierte en “los ojos de Strogoff” y lo guía por el camino cuando el queda “ciego”. Otro personaje femenino es el de la madre de Miguel Strogoff, Marga una mujer leal  y consciente de el trabajo que desempeña su hijo símbolo de fortaleza y fidelidad. Ambos roles femeninos destacados en esta obra, a pasar del patriarcado predominante en la época que narra el autor de libro.

No menos importante es el aporte de Verne y su narrativa, en el conocimiento de la historia de Rusia, especialmente en los momentos actuales donde se debate el enfrentamiento a nivel internacional, entre un mundo unipolar, hegemonizado por Estados Unidos y un mundo multipolar, que encabeza la alianza entre la Rusia actual, heredera de ese Imperio Zarista y de la extinta Unión Soviética, con la China y su imponente economía.
 
Lo cierto es que Julio Verne fue mucho más que un escritor. Su aportación a la divulgación científica queda plasmada en muchas de su obras.  A más de un siglo de su muerte sus obras siguen estando presentes y figuraran por siempre en el gran acervo cultural de la humanidad y dado que el pasado 24 de Marzo se cumplió un nuevo aniversario de su fallecimiento, sirvan estas notas en señal de homenaje a una de las mentes más creativas de la literatura universal.

*Licenciada en Relaciones Internacionales. Universidad Luterana Salvadoreña

Visto 6403 veces Modificado por última vez en Lunes, 30 Marzo 2015 18:48